viernes, 2 de marzo de 2018

Desde Diciembre hablando de la huelga de 2 horas



Me siguen doliendo los ojos al ver que "feminista" es positivo y "machista" somos todos los demás, guste o no guste.

Y es que el derecho al libre pensamiento que está reconocido no queda exento de ciertos riesgos. No soy feminista, lo dejo claro entonces ¿qué soy? las defensoras de la fé y la doctrina de este -para mí- mal llamado movimiento me calificarán manual en mano como un machista de la peor calaña. Me importa y me ha importado siempre un soberano bledo. 

Si lo que se pretende es polarizar la opinión en blanco y negro, decir que esa etapa ya la dimos por superada hace años. Si lo que se pretende es que estés de acuerdo conmigo o estás contra mí, coge lo que te interese pero a mí déjenme en paz.

No me creo de las guardianas de la moral fémina ni una sola palabra por un motivo, todas cobran un sueldo por producir agitación. Pero hay algo especialmente molesto, no solo para mí, sino para muchas personas en ambos sexos. No se habla de "algunos hombres" o "algunas mujeres", se mete todo en el mismo saco y arreando!. 

No me representan los machistas, ni los violadores, ni los maltratadores.
No me representan las feministas que acusan a todos los hombres de sus males.

No me representan los políticos y políticas que dicen defender a las mujeres, desde un sueldo más que estable y acompañados y acompañadas de la seguridad personal que pagamos todos y todas.
No me representan toda la patulea de gente imberve que contrariamente al dictamen de la RAE, aplican el todos y todas. No es que sea ridículo el argumento inclusivo, es que solo produce rechazo en ambos bandos. 

Llamar portavoza a una mujer, o tratar de "feminizar" con la razón de la fuerza desde un sueldo público o sus derivados de Ongs, observatorios e institutos varios, es mezquino e insultante, y lo que es peor, no sirve absolutamente para nada. 

Hablar de brecha salarial en genérico es una forma de mentir con precisión cartesiana. En mi empresa todos cobramos lo mismo y tenemos los mismos derechos y deberes. Sería bueno que todas estas señoras y señoros empezaran por arremangarse y empezar a decir donde se produce esa brecha -que no digo que no exista- pero ayudaría a dar verosimilitud al argumentario. Sería bueno que las mujeres y mujeros comprometidas con la causa se dejaran ver por las empresas que practican tan execrable discriminación y denunciaran con su propia cara los abusos. Gritar a lo lejos lo hacen los grillos y solo sabemos que hacen ruido. 

Me quedo con la duda de tener una personalidad indefinida merced al blanco y negro. Yo sé quien soy y a quienes ayudo, a personas, sin importarme su género. Lo hago de forma anónima y sin airear mi solidaridad, porque esa me pertenece a mí, no al colectivo. 

Mi propuesta es que el feminismo deje de ser un negocio y una distracción de masas. Que sea liberal y que las guardianas se lo paguen. Por mi educación como hombre o hombra no se preocupen. A mi me enseñó mi maestra de entonces a pensar por mí mismo, a respetar a las personas y a no dejarme engañar ni timar.

Han convocado una huelga de dos horas para el 8 de marzo. Saben que va a ser un sonoro fracaso que será silenciado a favor de un éxito inexistente. De eso ya se encarga la maquinaria al servicio de la causa. 

El día que defiendan a personas, sin importar su género hablaremos, mientras por mí solo hacen que consumir recursos económicos que deberían utilizarse en sanidad y servicios públicos de verdad.