martes, 26 de febrero de 2008

EL gran Debate

Tras 15 largos años sin un cara a cara entre los candidatos de los principales partidos políticos, por fin se ha celebrado uno. El encuentro deja entrever los motivos por los cuales no se había celebrado antes. No se fian los unos de los otros. Mientras Rajoy demandaba un cara a cara en Tele 5 y Antena 3, Zapatero hacía lo propio con su nueva televisión CRTVE, a la que está vaciando de seres incómodos para su gestión.

Al final, ha tenido que ser el engendro ese de la Academia de la Televisión, un organismo que solo responde por los que dan la cara delante del objetivo y olvida a todos los demás, el que ha acogido bajo sus siglas el esperado debate. Eso si, el
realizador, el iluminador, algunos técnicos han venido de la pública, cosas de casa.

La pública, que debería ser imparcial, la misma que albergó al señor ese tan simpático, el Urdaci y que ahora ha cambiado con el expresivo Milá, era tachada nuevamente de partidaria. Cabe recordar que hacer televisión es extremadamente caro, sobre todo si se inflan su plantel de directivos sin actividad conocida en CRTVE (vamos que su producción se resume en dos palabras in-necesaria). No hay en todo Madrid un solo plató libre para ser campo de batalla de estos dos señores que han tenido que inventarse uno en el IFEMA. Infame es que hayan construido un decorado tan caro, Infame es que hayan tenido que traer una unidad movil de Bélgica (aquí tampoco había ninguna), total para 4 planos a decir:

- Camara de ZP
- Camara de Rajoy
- Camara del moderador de bigote
- Camara del plano general.


¿Será por dinero? Esto, como tantos otros saraos los paga España, mejor dicho, los españoles a los que no les sale nunca la devolver el IRPF, a los que ellos se supone que defienden y a los que les sube el catastro, la leche, el gasoil y .... ya veremos si se van de vacaciones.

Entrando en materia, yo creo que el debate de ayer ganó por décimas el señor de las cejas arqueadas. Supo sentarse en la silla sin doblar la cabeza, sus papeles estuvieron ordenados en todo momento, hablaba en tono inquisitorial hacia su adversario, le cortaba constantemente para interrumpir su mensaje. ZP estaba bien asesorado y su actuación muestra que tiene un equipo de asesores que desde hace tiempo le han cambiado la cara.
El debate lo comenzó al ataque pero fue perdiendo fuelle poco a poco, pero nunca tanto como para ser batido por su oponente.

El de la barba estuvo al principio en la peor versión de si mismo. No paraba de mirar al reloj, lo cual es un error de bulto porque la gente en casa puede interpretar que no se cree lo que el mismo está diciendo, no cortaba al rival, sus poses de plano recurso eran infames hasta decir basta. Aznar en su época lo tenía claro, fruncia el ceño en los recursos en muestra clara de oposición. A Rajoy se le pilló sonriendo en ocasiones, más que un político de oposición me recordaba las pasada fechas navideñas, me recordaba a Papá Noel.

El escaso dominio de sus propios papeles, enrevesados, traspapelados, transmitían una sensación al espectador de ser un mar de líos a parte de parecer un manojo de nervios. Menos mal que algún asesor debió caer en la cuenta de alguno de estos detalles y permitió que Rajoy se saliera de su guión y fuera más él. Mención especial merece cuando ZP le interpeló y Rajoy le contestó con el pasado marxista de su partido. Si por algo será recordado este debate es por que ha marcado a un ZP a la defensiva, casi con el único argumento de la memoria histórica, pero eso si, sabiendo vender. Enfrente un Rajoy que transmite que tiene a su alrededor una colla de impresentables sin ideas que no le están dejando ser natural y que tratan de desenfocar su inteligencia a favor de una imagen ficticia.

Para ZP: Caballero, déjese de chuflas, cuente sus aciertos, reconozca que lo del canon es una putada y empiece a pensar en alguien más que usted mismo.
Para ganar tendrá que movilizar a ese millón de votantes que ven con asombro como no pueden casi ni comprar pan, que se endeudan a 40 años y que no les llega para tener hijos. No compre votos, no dé subvenciones estúpidas y rebaje los impuestos, si hay superávit como dice podrá hacerlo. La gente quiere tener el dinero en el bolsillo, no tener que rellenar impresos para que les dén una miseria pasados unos meses. Si la gente no tiene dinero en los bolsillos no gasta y la economía se hunde.

Para Rajoy: Señale de una vez sus ideas en materia económica y diga como vamos a superar esta crisis. Mire a su adversario en todo momento y sea irónico, esta supuesta izquierda tolera muy mal el humor inteligente, y si no cuéntele un chiste a Pepiño Blanco, el amigo del acetar concetos.

Aquí un votante